Diabetes gestacional: parte 1Precauciones y señales de alerta 
Durante el embarazo, el organismo femenino enfrenta su misión más exigente. Es por eso que algunas situaciones que existían, subyacentes o "dormidas", aparecen durante esta etapa tan especial. Un ejemplo ocurre con la diabetes gestacional, que -en promedio- se presenta en un 5% de las mujeres que esperan un bebé y que luego desaparece terminado el embarazo.
El embarazo, naturalmente, es una situación que favorece la producción de distintas hormonas que tienen algo en común: crear un fenómeno de resistencia a la insulina, la hormona que actúa como una "llave" abriendo paso al ingreso de la glucosa, el "combustible" de las células.
La gran mayoría de las embarazadas superarán el reto y sus páncreas producirán más insulina de lo normal. El objetivo será compensar la resistencia que el cóctel hormonal producido durante la gestación tiende sobre los receptores de las células y dificulta el ingreso de la glucosa. "Cuando sus páncreas no son capaces de elaborar esta insulina extra, aparece la diabetes gestacional", explica la doctora Liliana Salcedo, médica de larga trayectoria especializada en el tema y enfatiza que lo ideal es que toda mujer realice un asesoramiento preconcepcional, porque pueden existir factores de riesgo para distintas enfermedades o condiciones que un buen chequeo previo podrían detectar, corregir o tratar. "Y no sólo para diabetes gestacional sino también para otros problemas"- asegura.
Algunos de los factores de riesgo para desarrollar diabetes durante en el embarazo y fuera de él son modificables. Por ejemplo: la obesidad. "En nuestro país hay una importante proporción de personas con sobrepeso lo que proporciona un riesgo mayor. Una mujer que comienza su gestación con kilos de más tiene más chances de sufrir diabetes durante el embarazo", dice la médica.
También existen otros factores de riesgo, no modificables: la edad (más de 30 años eleva el riesgo, que se incrementa mucho más a mayor edad), los familiares directos con diabetes, haber nacido con 4 kilos o más o haber tenido un hijo de 4 kilos o más (macrosómico).
Otras situaciones que deberían ser tratadas previamente al embarazo son el síndrome metabólico con o sin ovario poliquístico;patologíasque necesiten tratamiento con corticoides o el haber recibidoestimulación hormonaldurante los tratamientos de fertilización asistida; condiciones que aumentan la resistencia a la insulina y por lo tanto el riesgo de diabetes gestacional. En suma: lo ideal es iniciar el embarazo con el mejor status metabólico posible, es decir, con la glucemia normal (menos de 100 mg/dl en ayunas al inicio de la gestación).
Sin factores de riesgo
"Esta evaluación metabólica de la embarazada tiene que hacerse considerando dos grupos: las que tienen y las que no tienen factores de riesgo -afirma la doctora Salcedo. Con el primer control del embarazo es de rutina solicitar una glucemia en ayunas (con un ayuno que idealmente no debería extenderse más de 8 horas). Si la cifra obtenida es menor a 100 mg/dl y la embarazada no tiene ningún factor de riesgo, la gestación seguirá su curso con los controles habituales hasta que, entre las semanas 24º y 28º, se realizará la Prueba de tolerancia a la Glucosa (POTG)".
¿En qué consiste esta prueba?En la obtención de una muestra de sangre en ayunas, luego la ingesta de 75 g de glucosa diluída en agua acidulada que puede tomarse en un lapso de alrededor de 5 minutos. Al cabo de dos horas, se toma otra muestra de sangre y si el resultado es menor de 140 mg/dl se considera normal. Pero si éste es mayor de 140 mg/dl, allí mismo se diagnostica Diabetes Gestacional".
Sin embargo, no siempre los caminos son tan claros. Puede ocurrir que la primera glucemia de control del embarazo haya superado los 100 mg/dl. "De ser así, automáticamente se enciende la luz roja en el tablero"- advierte con claridad la doctora Salcedo y dice que en esos casos la Prueba de Tolerancia a la Glucosa debería realizarse antes de la semana 24º de embarazo. Pero puede ocurrir que aun en estas situaciones el examen más exigente dé resultados dentro de lo normal: es que la diabetes gestacional difícilmente aparece antes de la semana 20º del embarazo, cuando el bebé comienza a ganar más peso y el páncreas materno, de existir un déficit para la producción de insulina, lo manifestará sin rodeos.
"Si el problema aparece antes de la semana 20º de embarazo lo más probable es que la mujer sea diabética en estadío subclínico, es decir, una diabética sin diagnóstico previo"- explica la doctora Salcedo.
Con factores de riesgo
Si existen factores de riesgo, aunque la primera glucemia en ayunas del inicio del embarazo sea normal (menos de 100 mg), se realiza de inmediato la Prueba Oral de Tolerancia de Glucosa. Y se repetirá entre las semanas 24º a 28º.
Pero puede pasar, que ni aun en esa etapa el problema se manifieste aunque en realidad esté. Por eso en aquellas pacientes con pruebas de resistencia dentro del límite de lo normal pero con factores de riesgo la recomendación es repetir la toma de glucosa en la semana 32º del embarazo. Y ahí, habitualmente, hace su aparición. Si en cambio eso no ocurre, se proseguirá con la gestación normalmente rumbo al parto.
Si cualquiera de las Pruebas Orales de Tolerancia de Glucosa resultan igual omayor de 140mg/dl se diagnostica Diabetes Gestacional Normoglucémica.
Si la Glucemia en Ayunas fuera mayor o igual de 100mg/dl, se diagnostica Diabetes Gestacional Hiperglucémica."Sin factores de riesgo, la posibilidad que una mujer desarrolle diabetes gestacional es baja. En un trabajo sobre alrededor 4000 embarazadas, hallamos únicamente 4 sin ningún factor de riesgo que sin embargo la padecieron. Por eso, cuando no existen condiciones que ameriten un seguimiento especial, la indicación es realizar primero la glucemia en ayunas y si es normal, la prueba oral entre las semanas 24º y 28º y nada más. Pero la prueba siempre se debe realizar, con y sin factores de riesgo"- afirma la especialista.
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