Anticoncepción luego del partoCuáles son los métodos más seguros y qué elegir cuando se está amamantando 
El bebé ya llegó a casa y lentamente la vida se va adaptando a su presencia. Para la pareja, será un tiempo nuevo y primará la necesidad de acomodar distintos aspectos de la cotidianeidad y la relación, entre ellos la actividad sexual. Surge entonces la inquietud de cómo regular la fecundidad si no se desea un nuevo hijo de inmediato.

Existen distintas alternativas para evitar el embarazo en esta etapa
El MELA
El método de amenorrea de la lactancia (MELA)es uno de ellos. Se basa en un hecho fisiológico natural: que cuando la mujer no menstrúa no ovula y, por lo tanto, no puede -en teoría- quedar embarazada. Sin embargo, para que su seguridad anticonceptiva sea lo más alta posible, este método tiene que cumplirse según determinados criterios: lactancia materna exclusiva, ausencia de menstruación desde el parto y un lapso menor a seis meses luego de haber dado a luz.
Para usar el MELA, la mujer debe amamantar inmediatamente después del parto, con frecuencia, cada vez que el lactante lo pide y sin horario, sin biberones ni chupete, sin dejar transcurrir largos períodos entre una alimentación y otra, de día y de noche, sin suplementos e incluso cuando la madre o el bebé estén enfermos.
El método tiene una serie de ventajas: es sumamente eficaz (98% de seguridad anticonceptiva), es fácil de usar, comienza inmediatamente después del parto, no requiere la toma de ninguna medicación o suministro, no interfiere con la vida sexual, no tiene efectos secundarios y beneficia tanto la salud de la madre como la del bebé. Las desventajas consisten en que no es una opción para las mujeres que no amamantan, que es un método de duración limitada y que no siempre será fácil mantener un patrón de amamantamiento de este tipo –exclusivo y a demanda-.
Tampoco protege contra las infecciones de transmisión sexual o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), pero estas últimas situaciones en una pareja establecida y monógama no deberían ser motivo de preocupación.
Otros métodos Además del MELA, hay otros métodos no hormonales que no interfieren con la composición de la leche ni con su provisión. Por ejemplo, los Dispositivos Intrauterinos de Cobre (DIU) y los preservativos, el diafragma y los capuchones cervicales, las esponjas anticonceptivas y los espermicidas.
El DIU tiene una tasa muy efectiva como método anticonceptivo, pero en algunas mujeres genera molestias abdominales y sangrado y demanda la participación de un profesional para su colocación y extracción. Su protección se extiende por varios años, así que si está en los planes volver a tener un hijo antes, hay que quitarlo para buscar el embarazo. El resto de los métodos mencionados -de barrera- tienen una eficacia anticonceptiva menor: el espermicida apenas supera el 80%, el diafragma, esponja anticonceptiva y capuchón cervical, el 94, 80 y 74% respectivamente y el preservativo masculino el 98%, pero se deben colocar antes de cada relación sexual.
Los métodos de barrera, como los preservativos o el dispositivo intrauterino de cobre (DIU), que puede insertarse inmediatamente después del parto, son buenas opciones porque no afectan el suministro de leche.
Algunos anticonceptivos hormonalesadecuados son las píldoras, los implantes o las inyecciones que sólo contienen progestina y no estrógenos. Las píldoras anticonceptivas mixtas contienen estrógeno y progestina y la limitación es que el estrógeno puede reducir el suministro de leche cuando se comienza a amamantar.
La minípildora o píldora de progestina es un buen método de control de la natalidad cuando se está amamantando puesto que no afecta la producción de leche, se toma una píldora diaria y no tiene importantes efectos adversos; en cambio, la píldora tradicional, que suma el estrógeno desmejora la calidad y cantidad de la leche materna, por eso se desaconseja como método de control de la natalidad cuando se da de mamar.
Algunas mujeres temen que la utilización de hormonas afecten el desarrollo de sus bebés si son lactantes. Sin embargo, numerosos estudios han comparado la utilización de esta clase de métodos anticonceptivos con alternativas no hormonales y los niños no presentaron ninguna clase de diferencia en materia de crecimiento y desarrollo. Además de la minipíldora y las inyecciones de progestágenos –en el primer caso son de toma diaria, en el segundo pueden ser de uso mensual o trimestral- existe la opción de los implantes subcutáneos que contienen únicamente la hormona desogestrel. Se aplica en el consultorio médico, con una pequeña dosis de anestesia, en la cara interna del brazo: es un dispositivo que mide milímetros y puede retirarse en cualquier momento, aunque brinda eficacia anticonceptiva durante 3 años.
El DIU liberador de progestágenos es otra de las alternativas, y su duración alcanza los 5 años. Después de 6 meses transcurridos desde el parto, y aunque se mantenga la lactancia, es posible introducir un método anticonceptivo combinado (estrógenos y progestágenos), porque el ritmo de amamantamiento y la calidad de la leche materna ya no se verán afectadas.
Las mujeres que no dan de mamar pueden usar con seguridad un método anticonceptivo combinado, aunque con algunas restricciones sobre el momento de iniciar su utilización. La combinación de estrógenos y progestágenos, especialmente la de la píldora tradicional, está desaconsejada antes de transcurridas las 3 semanas del parto que es cuando se reduce el riesgo de trombosis venosa profunda. En ese caso se sugiere algún método de barrera en las relaciones, ya que puede existir ovulación en aquellas mujeres que no dan de mamar luego de 3 semanas del parto.
Si el bebé no lacta y se desea un método anticonceptivo hormonal combinado también se puede optar por el parche transdérmico, que se renueva en forma semanal; el anillo vaginal, que tiene una duración mensual; los inyectables mensuales o trimestrales o la píldora anticonceptiva de toma diaria.
La alternativa adecuada para cada mamá podrá encontrarse siguiendo el consejo de su obstetra.
Fuentes: -Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos -Organización Mundial de la Salud (OMS) -Family Health International
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