 Impactos en la dinámica familiar y beneficios
La incorporación de las mujeres-madres al mercado laboral produjo un cambio vital en la significación social de la maternidad y en los patrones que la rigen. El rol de la mujer dedicada al exclusivo cuidado de los hijos y la casa dejó de tener vigencia, ya que el trabajo cobró una dimensión fundamental en su vida.
Estos hechos generalmente influyen en la estructura familiar mediante el retraso de la edad en que una mujer decide tener su primer hijo y en la reducción de la tasa de fecundidad. Pero también inciden sobre la dinámica familiar: los hogares tienen en su mayoría doble aporte económico,y por otro lado también se han incrementado los hogares a cargo de las mujeres y el cuidado de los hijos son compartidos. Actualmente los niños no quedan exclusivamente a cargo de sus padres sino que se incorpora en esta tarea a otros miembros de la familia o personas e instituciones que no pertenecen a este contexto inmediato.
Datos importantes: La participación de las madres en el mercado laboral aumentó de manera exponencial. En el período 1984-1987 el 37,7% de las madres participaba activamente en el mercado laboral. Mientras que recientemente, entre 2003 y 2006, el 62,8% de las madres lo hace.
 El empleo maternal como beneficio social
"El trabajo de las mujeres debería ser considerado como un beneficio social, y como un hecho crucial para el bienestar familiar"
Un abordaje poco habitual que se realiza sobre el trabajo materno se refiere a las satisfacciones que aporta el trabajo durante la maternidad. Además de contribuir a superar condiciones económicas del hogar y mejorar la calidad de vida de los miembros de la familia, en términos generales ha brindado a la mujer mayor independencia y equidad en la toma de decisiones hacia el interior del hogar.
Importantes estudios sociales han demostrado que la complejidad ocupacional del trabajo de las madres crea un entorno positivo en el hogar, que provee estimulación cognitiva, apoyo emocional y seguridad dentro del ámbito familiar. El trabajo de las mujeres es un motor de cambio potencial en las condiciones de igualdad dentro de la estructura familiar y ha contribuido en la distribución de las decisiones conyugales.
Cuestión de género Cuando las mujeres asumen el trabajo como parte de un proyecto de realización personal, y la experiencia es vivida satisfactoriamente, las relaciones de género tienden a ser igualitarias. En cambio, cuando el trabajo es considerado una actividad secundaria o las mujeres no participan de la actividad económica de forma activa, las relaciones de pareja pueden caracterizarse por una mayor asimetría.
Fuentes: Esping-Andersen (2004: 45), (Geldstein, 1994), UNICEF. Observatorio de Maternidad de la República Argentina.
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