Encuentro: Secretos para vivir mejor el puerperio y la lactanciaEl 27 de octubre pasado, “Experiencia Mamá” organizó su TERCER ENCUENTRO,con la presencia de Vicky Seguí, especialista en preparación a la maternidad, y Paola de los Santos, puericultora. 
En esta oportunidad, ambas acompañaron y aconsejaron a las mamás sobre la importancia de transitar el puerperio como un tiempo de adaptación y de aprendizaje: mamá y bebé experimentan cotidianamente lo que significa compartir una vida juntos.
La vuelta a casa Luego del parto, llegamos a casa con un bebé en brazos. Cada día es un nuevo desafío en el que aprendemos a ser madres. Nos encontramos siguiendo ritmos insólitos, yendo a contramano del mundo. Dormimos cuando todos trabajan y trabajamos cuando todos descansan. Día a día, se va gestando un vínculo especial con el bebé, a medida que lo miramos, lo alimentamos, lo bañamos, le cantamos. El bebé es pura necesidad de contacto. Con lo cual su demanda es permanente. Todo nuestro tiempo es para él. Por ello, es importante que todas las actividades previas al nacimiento tomen un segundo lugar.
Para lograr este objetivo, es indispensable, previamente, hacer acuerdos con la pareja. De esta forma, sentirnos acompañadas y contenidas. Lo ideal es contar con ayuda tanto para la limpieza del hogar como para la preparación de la comida. Así, poder estar cien por ciento disponibles para el bebé. Pero también las mamás necesitamos ser cuidadas.
Es importante buscar la compañía y el apoyo de otras pares que vivencien lo mismo o de familiares que sepan colaborar conla mamá en su nueva realidad."Por suerte el puerperio es una etapa que pasa. Podemos transitarlo mejor, si estamos acompañadas y si gestamos un vínculo especial con el bebé. Aquí es clave el poder amamantarlos"- aseveró Vicky Seguí.
Algo más que leche Amamantar a nuestros bebés es mucho más que alimentarlos, es vincularse y comunicarse de una forma especial."Muchas veces nos cuesta comprender que el bebé es un ser que necesita ser respetado y cuidado. Y para entrar en contacto con la mamá, cuerpo a cuerpo, necesita intimidad. Generalmente en la clínica es complicado lograrlo, dado que están presentes demasiadas personas desconocidas, como el cuerpo médico y las visitas" -afirmó la puericultora Paola de los Santos. "Ante tantos estímulos externos los recién nacidos se evaden y la forma de expresarlo es durmiendo. En ese tiempo de sueño se pierden la posibilidad de conectarse con su mamá, de alimentarse y recuperar el peso perdido posteriormente al nacimiento".
Preparándonos para una buena lactancia Es recomendable cuidar los pechos durante el embarazo, para estar mejor preparadas al momento de amamantar a nuestro bebé. También es importante solicitar al obstetraque examine cómo están los pechos, a fin de identificar si es necesario tomar alguna medida preventiva, previa a la lactancia.
Por otra parte, en el cuidado personal, no es necesario poner crema en los pezones. En la areola del pecho existen como unas pequeñas glándulas que segregan un lubricante natural. Por ello, es importante al momento de higienizarlos emplear sólo agua (y no jabón, que reseca la piel).
También es aconsejable tomar sol unos pocos minutos diarios (en horario permitido) ya que contribuye a ir progresivamente curtiendo la piel de los pezones, la cual no estarán tan sensibles cuando iniciemos la lactancia. "Existen algunos mitos que claramente no ayudan cómo es cepillarse los pezones o pasarle una esponja vegetal. Esto más que curtirlos, los lastima".
Amamantando al bebé Una vez que nace el bebé, su primera hora de vida es clave. El bebé se encuentra en un estado de alerta máxima y reconoce a su mamá (a quién fue escuchando su voz en su vida intrauterina), la ve y la siente de una forma especial. Aquí es fundamental el contacto cuerpo a cuerpo entre mamá y bebé.
El recién nacido, casi no ve sino olfatea (siente el olor del calostro) y repta hasta dónde está el pecho de la madre, que durante el embarazo se fue híper-pigmentando a fin de ser identificado claramente. "Por ello, es que todos los bebés se prenden al pecho y no se confunden con otra parte del cuerpo". Desde esa posición, el pequeño percibe claramente el rostro de su mamá. También puede suceder y es normal, que no desee mamar luego del parto. "No hay que preocuparse, lo hará luego" -sostuvo la especialista.
El calostro La primera leche que sale de la mama se llama calostro y posee la cualidad de ser amarilla, espesa y escasa.Su cantidad es la suficiente que necesita el recién nacido en esta etapa. Posee mucha inmunoglobulina A que inmuniza al bebé. A su vez, el calostro ayuda a que el bebé realice pronto su primera defecación conocida como meconio, de esta forma elimina bilirrubina y evita que lo pinchen o tengan que darle lámpara.
Luego, con la bajada de la leche que sucede aproximadamente entre el cuarto y el sexto día posterior al parto, se siente que los pechos están por estallar. Es importante aliviarlos con paños de agua caliente, masajes suaves y extrayendo leche, a fin de descongestionarlos.
Amamantado en cámara lenta Los diferentes pasos a seguir, a fin de que el bebé succione bien y obtenga abundante leche,previniendo la irritación y dolor en los pezones. Primer paso: Comodidad Emplear almohadones para la mamá y uno para el bebé (existen en el mercado unos especiales para amamantar). De este modo el pequeño queda en una altura correcta. Segundo paso: Colocación correcta El bebé tiene que estar acostado de lado y enfrentado con la mamá, "panza con panza". Y todo su cuerpito alineado: la oreja, el hombro y la cadera deben estar en línea recta perpendicular al cuerpo materno y la cabeza no tiene que estar volteada hacia atrás ni para un costado. Tercer paso: Una correcta prendida Ofrecer el pecho y rozar con el pezón el labio superior del bebé. Esperar a queabra bien la boca y recién allí, introducir el pecho. Es importante acercarlo al cuerpo en vez de inclinarse hacia él.
Es fundamental que bebé tenga en su boca además del pezón una buena porción de la aréola. De esta manera, se prende correctamente al pecho y se evitan molestias y heridas. Además, podrá succionar eficazmente y alimentarse. "Aquí el papá puede colaborar dado que puede ver más claramente que la mamá, si el bebé está bien prendido al pecho" - aconsejó la puericultora.
Si se desea retirar al bebé del pecho, es importante primero higienizarse bien las manos y con el dedo meñique separar las encías del bebé. "Es importante no retirar al bebé prendido, dado que puede ser muy doloroso".
¿Cada cuánto debe alimentarse un bebé? Es a libre demanda. Ofrecer el pecho, todas las veces que tenga hambre. Se estima que entre 8 y 12 veces al día es lo conveniente. Es decir, cada tres horas más o menos. "El estómago de un recién nacido es muy pequeño y la leche materna es digerida rápidamente".
El bebé da señales que tiene hambre, antes de llorar con vigor. Se lame la mano, se queja, o los pechos de la mamá comienzan a chorrear. "Es muy importante no esperar a que tenga apetito, si no adelantarnos a esa situación, para el bebé, desesperante".
Las mamadas deben ser aproximadamente entre quince a veinte minutos por pecho. Es importante vaciarlo bien, para que el bebé llegue a consumir la leche gorda, que es la última leche en la mamada, la más rica en grasas y nutritiva. "Hay bebés que de acuerdo a su temperamento maman con más vigor y otros que es necesario estimularlos".
Durante la noche, es importante no interrumpir las mamadas. Lo máximo que puede estar sin mamar son cuatro horas. Hay que despertarlo, si es necesario. "La leche nocturna -por alguna razón no explicable todavía científicamente- es más nutritiva. "Cuanto más conectada esté una mamá con su bebé entenderá mejor cuáles son sus necesidades fundamentales de alimento, leche, contacto, mirada. Y cuanto más ofrezca el pecho, más alimento éste producirá" concluyó la especialista.
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