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Tiroides y Embarazo

Cuáles son los problemas más frecuentes que esta glándula puede causar en las mujeres en edad gestacional, cómo detectarlos y qué tratamientos darles.



Hay tres momentos en la vida de la mujer en que tiene mayor riesgo de padecer problemas tiroideos: la pubertad, el embarazo y la menopausia.
En edad gestacional hay básicamente dos enfermedades tiroideas posibles de diagnosticar: hipo o hipertiroidismo. En realidad, es una misma enfermedad, las dos caras de una misma moneda que, por un lado bloquea y por otro estimula la glándula tiroides.
Mientras el hipotiroidismo es la menor producción de hormonas tiroideas, el hiper es lo contrario. El hipotiroidismo puede deberse a varias causas. La más frecuente es la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune, es decir, en la que el organismo, por causas no establecidas, fabrica defensas (anticuerpos) contra la propia tiroides. El hipertiroidismo, en cambio, puede presentarse de manera transitoria o bien permanente y, en este último caso, en que también es autoinmune, se lo denomina Enfermedad de Graves.

-Durante el embarazo –dice el doctor Eduardo Faure, Médico Especialista en Endocrinología, Jefe de Sección Tiroides del Servicio de Endocrinología del Complejo Médico PFA Churruca - Visca- hay un exceso de gonadotropina coriónica, una hormona que genera la placenta y que produce, a su vez, un exceso de producción de la glándula tiroides. En alrededor de un 15% de los embarazos se presentan naúseas, vómitos y una TSH baja (la hormona hipofisiaria, que regula la tiroides). En esos casos existe un hipertiroidismo subclínico que desaparece al cabo de las 18-20 semanas de gravidez. El hipertiroidismo transitorio o gestacional ocurre en cambio cuando el hipertiroidismo está mediado por el exceso de gonadotrofina coriónica. Sucede en aproximadamente el 3% de las gestaciones y siempre se acompaña de hiperhemesis gravídica o bien embarazos múltiples. No es que los vómitos y el hipertiroidismo transitorio o gestacional sean sinóminos, pero pueden estar ligados entre sí.

-¿Qué significa hiperhemesis gravídica?
-Se presenta cuando la embarazada tiene una pérdida mayor del 5% de su peso con deshidratación, vómitos graves y requiere internación. Empieza en la semana 6° del embarazo y en la 18° se tiene que haber ido. En ese momento descienden las gonadotrofinas coriónicas. Casi en un 70% de las embarazadas con hiperemesis gravídica tiene hipertiroidismo. Si pesa 60 kilos y perdió más de tres kilos vomitando, estamos hablando de un cuadro de hiperhemesis gravídica. En la mayoría de los casos se tratan sólo los síntomas: reponer potasio y sodio, administrar antiheméticos y esperar a que se recomponga solo, cuando las gonadotrofinas descienden. En un número mucho menor de casos –0,2 al 0,3%- se presenta otro tipo de hipertiroidismo, llamado Enfermedad de Graves, que tiene origen autoinmune y un mayor compromiso sintomático.

-¿Con qué frecuencia y síntomas se presenta el Graves?
-Ocurre en un 0,2 a un 0,3% de las gestantes. Los síntomas que pueden existir son taquicardia importante, pérdida de peso injustificada, insomnio, temblor, hipertensión arterial, aumento del tamaño de la tiroides, que se llama bocio y exoftalmia (ojos saltones), que aparece en el 50% de los casos en que existe esta la enfermedad. Si la paciente tiene exoftalmia, no hay duda que es un Graves. Se trata de un hipertirodismo que requiere antitiroideos. Es autoinmune: existe un exceso de anticuerpo antireceptor de TSH. Además de una predisposición genética, algunos estudios demuestran que determinadas situaciones de stress potencian que aparezca este hipertiroidismo.

-La enfermedad de Graves, ¿Puede empeorar con el embarazo?
-Como la gestación cambia factores inmunológicos hay muchas pacientes con hipertiroidismo por Graves que mejoran. La mujer debe "aceptar" a un ser que es en el 50% extraño a su genética y desde el punto de vista inmunológica, la respuesta es menos agresiva. En pocos casos el Graves empeora y en esas situaciones hay que dar antitiroideos, pero debe controlarse muy bien la función tiroidea del bebé, porque entre el 7° y 10° día de nacido, puede presentar hipertiroidismo por el pasaje de los anticuerpos estimulantes (TRAbs) a través de la placenta.


-¿A qué síntomas debe estar atenta la embarazada ante un posible Graves?
-Siempre hay que pesquisar el origen del vómito exagerado, la falta de aumento de peso, el calor excesivo, la taquicardia, la exoftalmia o el bocio.

-Durante los tratamientos de fertilización asistida se indican normalmente altas dosis de hormonas. ¿Eso puede disparar un problema tiroideo?
-No es factor de riesgo para problemas de tiroides. Si la paciente tiene antecedentes de alguna patología tiroidea antes, por ejemplo diagnóstico de tiroiditis con anticuerpos en sangre o en aquellos casos cuando existe hipertiroidismo previo o antecedentes familiares.

-Y el hipotiroidismo, ¿puede aparecer durante el embarazo?
-El hipotirodismo se presenta en el 7,7% de la población general y en el 2,5% de los embarazos. En general, estar embarazada no aumenta el riesgo de hipotiroidismo, pero si la mujer tiene una predisposición el problema puede aparecer. Por ejemplo, alguien que tiene la tiroides en el límite: al verse más exigida por el embarazo, el problema se manifiesta.

-¿Es un problema autoinmune?
-Sí, puede ser una de las causas de patología tiroidea. Ocurre cuando el organismo genera defensas contra la propia tiroides. Al agredir la tiroides, puede desencadenar primero hipertiroidismo transitorio y luego hipotirodismo, porque finalmente la hace funcionar menos. Cuando existe un diagnóstico previo de hipotirodismo al embarazo, en la mitad de los casos hay que aumentar la dosis para que le llegue más hormona al feto. Y continúa durante todo el embarazo el refuerzo hormonal. También puede ocurrir que la mujer no tenga glándula tiroides por cirugía o por haber recibido radiaciones y, en ese caso, también necesita incrementar la suplementación de levotiroxina que recibe. Pero, en general, el hipotiroidismo se detecta porque la mujer busca el embarazo y no queda.

-El hipotiroidismo, ¿es causa frecuente de infertilidad?
-Sí. Los abortos espontáneos pueden ocurrir cuando existe hipotiroidismo no detectado o un hipotiroidismo diagnosticado pero mal medicado. Hay que adecuar la dosis y esto aumenta la probabilidad de un embarazo a término.

-¿Se solicita una rutina tiroidea durante el embarazo?
-Si bien no está estipulado formalmente, durante el primer trimestre muchos obstetras la piden. Si se detecta más de 2,5 de TSH, ésto significa que la glándula está un poco lenta. El problema es que los síntomas del hipotiroidismo se mezclan bastante con lo que experimenta una mujer durante el embarazo: cansancio, uñas quebradiza, constipación, sueño, alteraciones en la piel. Ahí es entonces donde el médico debe poner los datos la balanza. Si en el examen se palpa la tiroides agrandada, se le pide un estudio de anticuerpos antitiroideos. O se tiene en cuenta, también la posible existencia de otras enfermedades de origen autoinmune: diabetes tipo 1, celiaquía, reumáticas. Otros factores de riesgo son historia familiar y personal de tiroidopatías previas. Si en los exámenes los anticuerpos tiroideos dan positivos, no siempre hay disfunción tiroidea pero hay que estar atentos a estos pacientes porque pueden presentarla en algún momento. El hipotirodismo es muy frecuente en el sexo femenino: un 20% de las mujeres de 7 a 70 años tiene anticuerpos antiroideos positivos. Pero sólo un 7,7% sufre hipotirodismo.

-¿Hace daño al bebé que la mamá tome hormona tiroidea en el embarazo?
- Todo lo contrario. Durante las primeras 10 a 12 semanas del embarazo, el bebé depende completamente de la madre para la producción de hormona tiroidea. Al final del primer trimestre, la tiroides del bebé comienza a producir hormona tiroidea por sí sola. El requerimiento de hormona tiroidea del bebé es suplido en el primer trimestre por las hormonas maternas y luego hasta el final del embarazo en parte por su propia glándula y en parte proveniente de la hormona materna, a través de la placenta. En el caso de una madre hipotiroidea necesita de la medicación porque si no, hay riesgo de aborto espontáneo o de parto prematuro o, si el problema es más severo, el bebé puede tener menor peso o alguna alteración en el desarrollo cognitivo.
Pueden existir algunas disfunciones tiroideas también en el bebé y en la madre, por lo que por ambos lados el niño recibe el problema: su propia tiroides no produce adecuadamente y la de su madre no está apropiadamente tratada.

-Cuando una mujer sufrió cáncer de tiroides y además de faltarle la glándula ha recibido radiación, ¿puede ser madre?
-Sí, en general muchas mujeres que fueron operadas y que posteriormente recibieron yodo radiactivo tienen embarazos normales, sólo se recomienda esperar un año para concebir luego de la administración de esa sustancia.

-¿Tienen que ver el hipotiroidismo de la madre con el hipotiroidismo congénito del bebé?
-No necesariamente un chico con hipotiroidismo congénito es hijo de una madre hipotiroidea. El hipotiroidismo congénito es una patología que ocurre aproximadamente en uno de cada 4000 nacidos vivos, pero se puede detectar y corregir al nacer, mediante el examen de la gotita de sangre en la planta del pie. Es una patología que, sino se trata adecuadamente, puede producir graves consecuencias en el desarrollo neurológico del niño.


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