Guía sobre hidratación y salud 
Cerca del 60% del organismo es agua, sin embargo no contamos con un mecanismo de almacenamiento hídrico corporal eficiente y debemos aportar líquidos de manera constante para mantener niveles saludables.
La edad, el estado fisiológico, el nivel de actividad física y las condiciones climáticas son factores que inciden sobre la ingesta de líquidos.
En condiciones normales se recomienda beber entre 2 y 3 litros de líquido por día, principalmente agua. En condiciones extremas, tanto de calor como de realización de ejercicios, la cantidad aumenta porque el sudor provoca la pérdida de sales minerales.


Hidratación en la infancia
¿Sabes por qué los niños constituyen uno de los grupos de población más vulnerable a la deshidratación?
Existen varias razones que lo explican: > Su cuerpo tiene un mayor contenido en agua que el de los adultos. > Tienen menos defensas. Su sistema inmunológico está poco formado. > Son propensos a sufrir afecciones respiratorias, mucosidad, vómitos, diarreas, etc. que aumentan las pérdidas de líquidos y el riesgo de deshidratación. > Su sentido de la sed no está desarrollado por lo que son más reacios a beber. > Realizan una actividad física mayor (deportes, juegos, estudios, etc.) > Para alcanzar la situación de equilibrio hídrico requieren una mayor ingesta de líquido.
Bebidas gaseosas, hábito de grandes y chicos
La mayoría de los padres comparten la misma preocupación: los niños no toman agua pura. Y en la mayoría de los casos aparece la explicación: "si no es jugo o bebidas gaseosas, no bebe otra cosa".
¿Es posible modificar esta situación?
Como primera medida, los especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría recomiendan regular la ingesta de este tipo de bebidas a 120 ml. por día y tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
* Si un niño sano rechaza tomar agua pura, simplemente puede deberse a que no tiene sed ó porque sabe que tiene la opción de tomar otras bebidas dulces y gaseosas de elaboración industrial.
* Aunque para los que están habituados a las bebidas azucaradas no sea de su agrado inicialmente, cuando los más chicos tienen sed (y no solo ganas de tomar "algo") aceptan el agua de todas formas.
* Los niños conocen y piden estas bebidas desde muy pequeños porque imitan a su entorno familiar, porque existen adultos que se las ofrecen y los inducen a tomarlas y también, por influencia publicitaria.
Sugerencias - Agua desde el comienzo
1. Ofrecer al bebé agua pura con una cucharita desde el inicio de las papillas, a partir del 6º mes y sin abandonar el pecho. 2. Reforzar y sostener el hábito de beber agua para la sed en los primeros años de vida. 3. Si se le ofrece jugo de frutas u hortalizas es conveniente exprimirlo en casa, con un cuidadoso lavado previo. Mejor aún es ofrecerle la fruta entera, cortada o triturada según la edad. Fuentes: Sociedad Argentina de Pediatría/ Observatorio de Hidratación y Salud España.
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