El ácido fólico, también llamado ácido pteroilmonoglutámico, vitamina B9 o folacina, es una vitamina que junto con la vitamina B12 participa en la síntesis del ADN, la proteína que compone los cromosomas y que recoge el código genético que gobierna el metabolismo de las células, por lo tanto, es vital durante el crecimiento. Se sabe que un suplemento de ácido fólico previene la aparición de úlceras bucales y favorece el buen estado del cutis. También retarda la aparición de las canas, ayuda a aumentar la leche materna, protege contra los parásitos intestinales y la intoxicación de comidas en mal estado. También previene en un 50% la aparición de enfermedades del tubo neural como la anencefalia, espina bífida y mielomeningocele.
Estas enfermedades son frecuentes, alrededor de 1 cada 1000 nacimientos, y algunas veces son causa de interrupción del embarazo en forma espontánea, y en países en los que el aborto es permitido, es motivo para una interrupción del mismo. Todo esto podría evitarse si la mujer que se embarazada recibe una dosis de 1 mg. diarios de ácido fólico por lo menos dos meses antes de embarazarse, y durante el primer trimestre de la gestación, además de una dieta rica de esta vitamina. El ácido fólico también se recomienda durante todo el embarazo para la prevención de parto prematuro, preeclampsia, retardo del crecimiento fetal intrauterino, desprendimiento e infarto placentario y trombo embolismo.
También se lo utiliza como tratamiento de la anemia perniciosa, causada por el déficit de la vitamina B12. Se encuentra presente, en forma natural, en los vegetales de hoja verde oscuro, melón, damascos, calabazas, paltas, frutillas, naranjas, chauchas, brócoli, trigo integral, harina oscura de centeno, levadura de cerveza, germen de trigo, soja, lentejas, endibias, hígado y yema de huevo entre otros.
Los síntomas más frecuentes ante la falta de esta vitamina son la debilidad y el cansancio junto a un grado mayor de irritabilidad e insomnio. Pero también pueden aparecer alteraciones de carácter digestivo y aparición prematura de canas. La anemia también puede ser un signo de su déficit.