Se llama embarazo adolescente a los embarazos en menores de 19 años, ya que a esa edad termina esta etapa de la vida. Hay que advertir, no obstante, que los psicólogos de hoy en día alargan la adolescencia hasta los 28 años promedio, o sea que son una mujer puede ser madre sin haber alcanzado la madurez emocional necesaria.
El embarazo adolescente presenta un riesgo mayor, tanto para la mamá como para el bebé. En ambos casos se advierten mayores complicaciones y un índice más alto de mortalidad. Pero el problema, en la mayoría de los casos, es que el embarazo es rechazado socialmente a veces por cuestiones morales y otras religiosas, por lo cual muchas personas consideran inadecuadas las relaciones sexuales fuera del marco del matrimonio. Pero la realidad es que el rechazo parte de pensar en las graves consecuencias que acarrea para toda una familia, para la mamá y principalmente, para el bebé.
En algunos sectores de la sociedad, donde los niveles de pobreza son muy altos el embarazo suele ser la consecuencia de un incesto, de un abuso sexual o inclusive de una violación. Esto lo transforma aún más en una situación negativa y no deseada.
Pero en otros casos, la concepción es fruto de una relación genuina, basada en el amor, y es aceptado por la pareja con responsabilidad y alegría.
El embarazo ideal, sea adolescente o no, es sin lugar a dudas el que se origina en una decisión libre y responsable de ambos progenitores en el marco del amor.
Dejando de lado lo más obvio de que un embarazo proviene de una relación sexual, podemos decir que las causas del embarazo adolescente son muchas y muy complejas.
La primera y más importante es la falta de educación sexual. Muchos adolescentes llegan a esa edad sin información sobre las funciones sexuales, la relación entre los sexos y cómo se previene el embarazo. Sin embargo, la sola información no es suficiente.
La verdadera educación no sólo consiste en datos, sino en un conjunto de valores que les dan sentido y permiten construir un proyecto de vida. Dentro de ese proyecto el sexo, la pareja, el matrimonio y la procreación podrán ser elegidos con libertad y responsabilidad.
Los sistemas educativos oficiales tampoco suelen brindar tampoco una formación adecuada en este y otros temas que hacen al desarrollo de la persona.
La información sobre los métodos de prevención a los que pueden recurrir aquellos que deciden ser sexualmente activos es escasa y muchas veces erróneas. En sectores sociales con fuertes carencias económicas se suma la imposibilidad de abordar el tema con un Profesional para que los guíe en cómo para evitar el embarazo.
El creciente uso de alcohol y drogas, desde edades cada vez más tempranas, también hace su aporte negativo. Los adolescentes bajo los efectos de esas sustancias están en peores condiciones para prevenirlo.
• Alrededor del 17% de las madres adolescentes tiene un segundo bebé dentro de los tres años del nacimiento del primero. • Las madres adolescentes tienen más probabilidades que las mujeres mayores de dar a luz prematuramente (antes de finalizadas las 37 semanas de embarazo). • Las adolescentes, en general, tienen malos hábitos de alimentación, descuidan su dosis diaria de multivitaminas, puede que fumen, beban alcohol y consuman drogas, con lo cual aumentan considerablemente los riesgos de que sus bebés tengan problemas de salud. • Entre las madres de todas las edades, las adolescentes son el grupo que menor cantidad de cuidados prenatales a comienzos de la gestación y de manera regular. • La madre adolescente corre mayor riesgo que las mujeres adultas de tener complicaciones durante el embarazo tales como: parto prematuro, anemia y alta presión arterial. Estos riesgos son todavía mayores cuando la embarazada tiene menos de 15 años. • Todos los años, alrededor de tres millones de adolescentes contraen infecciones de transmisión sexual, sobre un total de 12 millones de casos registrados. Estas enfermedades incluyen la clamidia (que puede causar esterilidad), la sífilis (que puede provocar ceguera, y la muerte de la madre o del bebé) y el VIH (el virus que causa el SIDA, que también puede ser fatal para ambos). • Un bebé de una madre adolescente corre mayores riesgos que uno de madre adulta. • Los órganos de los bebés de bajo peso al nacer pueden no estar totalmente desarrollados. Esto puede derivar en problemas pulmonares, como el síndrome de dificultad respiratoria, o en hemorragias cerebrales, pérdida de la vista y problemas intestinales graves. • Los bebés de bajo peso al nacer tienen veinte veces más probabilidades de morir durante su primer año de vida que los bebés nacidos con peso normal. • La vida de la madre adolescente y su bebé suele ser difícil. • Las madres adolescentes tienden a abandonar más la educación secundaria que las jóvenes que posponen la maternidad. • Al no tener la educación adecuada tampoco podrá conseguir un trabajo y conservarlo. Es común que dependa económicamente de su familia o del sistema de asistencia social. Comparadas con las madres que tienen sus hijos en una etapa posterior de la vida es probable que las madres adolescentes vivan en la pobreza. • También es posible que las adolescentes no hayan desarrollado todavía las habilidades para una buena maternidad o que carezcan de sistemas sociales de respaldo que las ayuden a manejar el estrés de criar un hijo. • Un hijo nacido de una adolescente soltera sin terminar la escuela secundaria tiene una probabilidad de diez veces mayor de vivir en pobreza entre las edades de 8 a 12 años. • Los niños cuyas madres son adolescentes tienen un 50% de probabilidad de repetir un grado en la escuela, y suelen tener dificultades en la escuela y dejar la escuela antes de terminar la escuela secundaria.
Muchos modelos para la prevención del embarazo adolescente han sido probados en el mundo entero con diferentes grados de éxito. Algunos abogan por la abstinencia, procurando el aplazamiento del inicio en los contactos sexuales hasta que la persona es madura y suficientemente diestra para manejar la actividad sexual, sin riesgo de embarazos no deseados.
Otros consideran que el adolescente puede mantener relaciones sexuales a partir del momento en que desee hacerlo, y por lo tanto debe contar con información suficiente sobre su cuerpo y los métodos anticonceptivos permitidos.
En cualquier caso, la opción por los valores del amor y de una maternidad / paternidad responsable será el núcleo de la prevención no sólo del embarazo adolescente, sino de numerosas patologías de transmisión sexual entre las cuales han tomado una importancia relevante en nuestro tiempo el HIV/Sida y la Hepatitis B.
Lo ideal sería enseñarles algunas medidas de prevención tales como: • Recomendar a todas las mujeres en edad de quedar embarazadas que coman una dieta sana, manejen su peso, dejen de fumar, de tomar alcohol y de drogarse. Y tomen diariamente un complejo multivitamínico que contenga ácido fólico para su propio beneficio y también para reducir el riesgo de tener un bebé con defectos de nacimiento a nivel del cerebro y la médula espinal.
• Recurrir a un Profesional de la salud o una clínica para recibir atención prenatal a comienzos de la gestación y a partir de ahí en forma concurrente.