Para elegirlo seguramente veamos a más de uno y luego de cada consulta nos haremos una serie de preguntas que nos permitirá reconocer si es el adecuado.
• ¿Cuánto tiempo hace que práctica la profesión? ¿Tiene el Profesional buena reputación? • ¿Dónde recibió la formación? • ¿Me escucha y se toma el tiempo necesario para explicarme las cosas en forma clara y completa? • ¿Comparte el Obstetra la tarea con otros colegas? Si fuera así, ¿con cuántos, y cómo se dividen la atención de los pacientes? Si el que me atiende a mí no estuviera disponible cuando llegue el momento del parto, ¿me atenderá alguno de ellos? En tal caso, ¿puedo conocerlo antes de que llegue esa fecha? • ¿La ubicación del consultorio y los horarios con los que se maneja son cómodos para mí? • ¿Qué lugares puedo elegir para que el Obstetra atienda el parto? ¿Cuenta este último con un equipo de neonatología? • ¿Me siento cómoda con la edad y sexo del Profesional? • ¿Qué opinión tiene de los nacimientos vaginales con cesárea (VBA)? • ¿Qué piensa de los partos con anestesia por oposición a los naturales? • ¿Qué opina del uso del fórceps? • ¿Qué piensa de la participación del padre en la sala de partos? • ¿Permite que se empleen cámaras de vídeo o filmadoras comunes en la sala de partos? • ¿Se encarga usted mismo de los embarazos complicados o los deriva a otro profesional o lugar? • ¿Qué opina del amamantamiento?
Una vez elegido el Obstetra nos establecerá un plan típico de cuidados prenatales el cual, en un embarazo normal de bajo riesgo, podría separarse en:
Semanas 4 a 28: 1 visita al mes (cada 4 semanas) Semanas 28 a 36: 2 visitas al mes (cada 2 semanas) Semanas 36 hasta el parto: 1 visita a la semana
Obviamente esta rutina es solo para las mujeres con un embarazo normal; aquellas con condiciones médicas crónicas o embarazos considerados de "alto riesgo" deben consultar a su Obstetra qué frecuencia de visitas necesitará, las cuales serán diferentes a las precedentes.