La adopción es la transferencia legal de un menor de una familia a otra. Este cambio de familia es, en el sentido legal, a perpetuidad. Esto significa que es para toda la vida. Se entiende que debe ser permanente. La familia pertenece al menor y el menor pertenece a la familia. Esto es como si el menor hubiese nacido dentro de la familia.
• Los adoptantes no tienen por qué tener características especiales.
Mire a la gente de su alrededor. Cualquiera de ellos puede ser un adoptante, o pensar en una adopción. Hay poco que predetermine si alguien puede o no ser adoptante. Pero obviamente algunas cosas no son aceptables: antecedentes de abusos a menores, conocidas actividades criminales de insalubridad o naturaleza pornográfica; una persona excesivamente involucrada en luchas étnicas, religiosas políticas o sociales tampoco sería aprobada. Esto no quiere decir que necesariamente uno tenga que ser un santo. Menores los hay de todas las formas, tamaños, colores y combinaciones. Las familias son exactamente eso, de todas las formas, tamaños, colores y combinaciones.
• Hay una cosa que todas las familias adoptivas tienen que compartir. El amor y cuidado de un menor y la habilidad de darle amor y cuidado de cualquier manera posible. • Una familia adoptiva tiene que estar absolutamente volcada al menor.